martes, 21 de agosto de 2007

Nuestras intenciones y las de los demás.

No voy a entrar a juzgar ningún tipo de acciones de márketing social o de responsabilidad social corporativa, como la emprendida por el diario El Mundo, que ha decidido dedicar el 10% del precio de portada del diario a las víctimas del terremoto de Perú. No voy a entrar a juzgar el hecho de que entre la ayuda que llega hasta las víctimas desde Venezuela se encuentren latas de atún con propaganda política (¿gubernamental? ¿partidista? ¿personal?) de Hugo Chávez. Ni siquiera voy a entrar a juzgar, que el diario El Mundo anuncie su semana solidaria, ni si es una estrategia para vender más periódicos, o es un generoso acto de caridad y/o solidaridad a la vez que en la misma portada critica el envío de ayuda de Venezuela que califica (El Mundo, que yo no juzgo) de propagandístico.
Y como no voy a juzgar no sé si esto resulta divertido, descarado, clarificador, dramático, triste, serio, chistoso, ridículo, solemne o, en definitiva, bueno o malo. Sólo me atrevo a calificarlo como un poco curioso, al menos para mí.

No hay comentarios: