lunes, 4 de agosto de 2008

Gessler

Guillermo Tell , personaje legendario del que no se tiene ninguna prueba documental, fue el héroe de la independencia suiza. Era un ballestero famoso por su puntería que vivía en los dominios del malvadísimo señor Hermann Gessler. Cuenta la leyenda que Gessler había colocado en la plaza del pueblo un palo con un sombrero en el extremo que simbolizaba su poder, y ante el que todos los ciudadanos debían inclinarse y hacer una reverencia. Tell se negó a inclinarse ante un palo con un sombrero, y por ello fue condenado a disparar su ballesta para atravesar una manzana colocada sobre la cabeza de su hijo.

En pleno 2008 todavía podemos encontrar comportamientos parecidos a los de reverenciar un palo con sombrero, ahí tienen Vds. las fotos del besamanos de la Virgen de los Reyes, en imágenes tomadas este agosto en la catedral de Sevilla. Si piensan que al menos ahora no se obliga a nadie, creo que se equivocan. Una persona madura y en pleno uso de sus facultades va a besar la mano de la virgen por creencia religiosa y buscando su salvación; y no por obligación. Vean la foto en que se ve a un hombre aupando a una niña que no debe pasar de los 6 años que probablemente vaya voluntariamente a besar la imagen desde que nació. Y probablemente, cuando cumpla 50 años, seguirá yendo voluntariamente. Y si al menos, creen que la dureza del castigo hoy día sería menor, no traten de que describir lo que le parecen estas imágenes según su sentido común en una amplia mayoría de lugares públicos de Sevilla, que lo de la ballesta sobre la cabeza de su hijo puede que no ocurra, pero ¿quién sabe?.





2 comentarios:

asimov dijo...

Y pensar que el cristianismo primitivo prohibía las imágenes religionas... Vaya voltereta ideológica hizo la ICAR cuando adquirió el monopolio de la fe, en europa.

salu2.

Anónimo dijo...

Lamentable...