Nos siguen dando razones

Que millones de españoles soñaran con ser brasileños era lógico para los futboleros. Una selección que gana campeonatos mundiales uno tras otro (aunque a veces se le cuelen Italia o Alemania). Era lógico para los hombres y mujeres heterosexuales que querían una libertad sexual que se nos mostraba en sus carnavales y sus playas con cuerpos perfectos y deseables. Era lógico para homosexuales, que veían igualmente en estas fiestas llenas de colorido y drag queens un paraíso de libertad. Era lógico para los católicos, ya que es en sudamérica donde concentra el Papa su máximo porcentaje de fieles, siendo además Brasil el país donde son más numerosos (aunque cuidadín con las "sectas" evangélicas o evangelistas). Era lógico para ecologistas y antropólogos, a los que el Amazonas les da una razón para vivir. Y para los que aún no nos habíamos convencido, el mismo día que en España un particular es noticia porque ha descubierto la manera de evitar la filmación en salas de cine de las películas proyectadas (algunos los llaman pirateo, pero está claro quiénes son realmente los piratas), y se queja el colaboracionista de que las multinacionales estadounidenses no le compran la patente, el gobierno de Brasil rompe la patente de un medicamento contra el sida y otorga una licencia para poder empezar a producirlo en su país, enfrentándose así a la multinacional farmacéutica y al bendito sistema en general. En fin, no sé cómo estaré el presente, pero el futuro se adivina mucho más atractivo siendo brasileño. Y es que en su bandera reza "Orden y progreso", que buena falta hacen.